Así se le permite que crezca y prolifere por la parte sana y que pueda vivir y darnos su maravillosa uva, muchos años más. Este es un ejemplo de cómo desde Sonsierra mimamos y cuidamos nuestros viñedos, preservando el patrimonio natural heredado de nuestros antepasados y luchando hasta el final por salvaguardar lo que consideramos nuestro mayor tesoro, los viñedos más antiguos con los que elaboramos nuestros mejores vinos.
