Nuestra bodega cuenta con cerca de 1.500 parcelas con cepas que van desde los 20 años a los 130 años de media de edad y que pertenecen desde hace varias generaciones a los socios de nuestra bodega. Alrededor de un 40% de nuestro viñedo lo forman cepas viejas, de 30 años en adelante. Un tesoro heredado de nuestros antepasados que mimamos y protegemos.
La Sierra de Cantabria al Norte y el río Ebro al Sur crean un microclima único para el cultivo de la vid aquí:
– Temperaturas suaves a lo largo del año y lluvias moderadas
– Diferencial térmico entre el día y la noche
– Viento el 80% de los días, excelente aireación de las cepas que evita la aparición de enfermedades
– Orientación al Sur y cierta inclinación del viñedo que favorece la exposición de la planta al sol
Las parcelas se reparten en tres zonas diferenciadas, y cada una tiene unas características que la hacen especial.
La Sierra: viñedos más altos (525- 770 mts), región más fresca y húmeda.
La Comarca: zona intermedia (485- 525 mts) con temperaturas y lluvias moderadas.
La Ribera: zona más baja (420-485 mts), la más cálida y seca.
Las distintas altitudes se comportan de forma diferente ante lluvias y temperaturas, lo cual nos garantiza una magnífica maduración en al menos dos terceras partes de los viñedos, incluso en años de condiciones climáticas extremas, ofreciendo así añada tras añada una constancia en la calidad y personalidad de los vinos muy difícil de conseguir.