’Riparán’ es un viñedo único, formado por cepas viejas plantadas por el abuelo de Jacinto y cuidadas con apego por 3 generaciones de la familia. Jacinto nos comenta: “todo es faena, aquí todo lo hacemos de forma manual, la maquinaria no puede entrar ya que la plantación es estrecha”. Pero gracias a su orientación privilegiada que favorece los vientos del norte, las uvas de estas cepas son de ‘pellejo duro’ perfectas para vinos criados y con las que elaboramos nuestro Pagos de la Sonsierra. En definitiva, Riparán es un paraje privilegiado tanto por sus viñedos viejos como por su climatología que favorece una producción de gran calidad.
